El Ford Mustang Mach-E es un SUV eléctrico que llega con un distintivo polémico. Si bien Ford alguna vez negó con vehemencia haber fabricado un Mustang totalmente eléctrico, aquí lo tenemos: un SUV que toma prestado el nombre icónico, pero poco más, del legendario auto deportivo. A pesar de esta desconexión, el Mach-E intenta aprovechar la herencia del Mustang mientras se abre camino en un mercado de vehículos eléctricos abarrotado.
Una combinación de rendimiento y practicidad
El atractivo del Mach-E reside en su tren motriz eléctrico, que ofrece una aceleración suave y un funcionamiento silencioso. La gama varía según el modelo, y la más larga proviene del Premium de especificación media. Sin embargo, el consumo de energía en el mundo real puede fluctuar y la falta de transparencia de Ford en las cifras no ayuda. El Mach-E se maneja razonablemente bien, pero su calidad de marcha firme resta valor a la experiencia general, especialmente en caminos en mal estado.
El interior es moderno y está bien construido, pero algunas opciones de diseño, como las manijas de las puertas, parecen innecesariamente complicadas. El sistema de información y entretenimiento es funcional pero puede resultar complicado y la falta de controles físicos frustra a algunos usuarios. Los asientos traseros son cómodos, pero la línea inclinada del techo limita el espacio para la cabeza. El maletero es espacioso, pero carece de la profundidad de algunos competidores.
Rendimiento y dinámica de conducción
El Mach-E ofrece una experiencia de conducción satisfactoria, con torque instantáneo y manejo receptivo. Los modelos de tracción trasera ofrecen una dinámica divertida, y el control de tracción permite deslizamientos controlados. Sin embargo, la calidad de marcha sigue siendo un inconveniente importante. La suspensión adaptativa en la versión GT no mejora la comodidad, lo que la convierte en una experiencia discordante en superficies irregulares.
La dirección del Mach-E está bien ponderada y proporciona una respuesta decente, pero el manejo general carece de la precisión de algunos competidores. La suspensión se siente demasiado firme, transmitiendo cada golpe e imperfección al habitáculo. La falta de refinamiento hace que los viajes largos sean agotadores, especialmente para los pasajeros.
Interior y tecnología
El interior del Mach-E es moderno y funcional, pero algunas opciones de diseño parecen innecesarias. Las manijas de las puertas son un excelente ejemplo, ya que requieren soltar un botón incómodo antes de tirar. El sistema de infoentretenimiento responde pero puede distraer su uso mientras se conduce. La falta de controles físicos de clima y audio frustra a algunos usuarios.
Los asientos traseros son cómodos, pero la línea inclinada del techo limita el espacio para la cabeza de los pasajeros más altos. El maletero es espacioso, pero carece de la profundidad de algunos competidores. Los materiales interiores son de buena calidad, pero el diseño general parece estéril y aburrido.
Precios y competencia
El Mach-E es caro, con precios que comienzan en $65,990 antes de los costos en carretera. Esto lo hace más caro que muchos de sus competidores, incluidos el Tesla Model Y, Kia EV5 y BYD Sealion 7. Los aumentos de precio para el modelo 2026 aumentan la carga financiera, especialmente considerando las ya lentas ventas del automóvil.
El Mach-E se enfrenta a una dura competencia por parte de jugadores de vehículos eléctricos establecidos. El Tesla Model Y ofrece una autonomía e infraestructura de carga superiores. El Kia EV5 ofrece una alternativa más asequible y práctica. El BYD Sealion 7 rebaja el precio del Mach-E y ofrece características comparables.
Veredicto
El Ford Mustang Mach-E es un vehículo eléctrico defectuoso que lucha por justificar su nombre y precio. Si bien ofrece un rendimiento decente y un interior moderno, su marcha firme, manijas de puertas incómodas y alto costo hacen que sea difícil de vender. El Mach-E se siente como una oportunidad perdida, ya que no logró capturar la esencia del Mustang y no alcanzó a sus competidores de vehículos eléctricos.
El Mach-E es un SUV eléctrico decente, pero carece del refinamiento y el valor para competir con jugadores establecidos. El alto precio, la marcha firme y las elecciones de diseño incómodas hacen que sea una recomendación difícil. El Mach-E se siente como un compromiso, al no cumplir ni con el legado del Mustang ni con la promesa de los vehículos eléctricos.
