El Abarth 600e Scorpionissima hace una declaración. Su estilo agresivo, rayano en lo caricaturesco y villano, lo distingue de inmediato. Sin embargo, debajo del llamativo exterior se esconde un vehículo que, si bien es capaz, lucha por ofrecer una experiencia refinada o práctica. Después de que las pruebas iniciales en la pista revelaron una agilidad impresionante, una evaluación a largo plazo muestra que el manejo preciso del automóvil se ve socavado por una conducción dura, un ruido excesivo en la carretera y un alcance limitado en el mundo real.
Mejoras mecánicas y de rendimiento
Abarth ha aprovechado 76 años de experiencia en el 600e. El modelo Scorpionissima cuenta con un motor eléctrico de 278 caballos de fuerza, que logra de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos. Las mejoras mecánicas clave incluyen un diferencial de deslizamiento limitado, frenos mejorados, suspensión más rígida, vías más anchas (30 mm delante, 25 mm detrás) y neumáticos Michelin Pilot Sport EV. Estas mejoras se traducen en una experiencia de conducción receptiva, pero a costa de la comodidad.
El truco y la realidad
Abarth incluye un “generador de sonido”, un altavoz que imita el escape de un motor de gasolina. Si bien es divertido, este truco parece innecesario en un vehículo eléctrico. Lo que más distrae es la calidad de la marcha. El 600e es firme, controla el balanceo de la carrocería pero hace que incluso las carreteras relativamente suaves parezcan llenas de baches. En superficies irregulares, el coche rebota notablemente.
Preocupaciones prácticas: alcance y ruido
La autonomía anunciada del Abarth 600e de 199 millas es optimista. Las pruebas en el mundo real revelan aproximadamente 160 millas con una sola carga, según una eficiencia de 3,0 millas/kWh. La computadora de viaje del automóvil proporciona estimaciones tremendamente inexactas, mostrando más de 200 millas incluso con una batería parcialmente agotada. Esta falta de transparencia podría ser un problema en viajes más largos. Para aumentar la incomodidad, el ruido de la carretera es excesivo y cada golpe y crujido se transmite con fuerza a la cabina.
Una mirada audaz, un viaje difícil
El Abarth 600e Scorpionissima es un vehículo audaz. Ofrece rendimiento, pero sacrifica el refinamiento en el proceso. El estilo agresivo y las características divertidas se ven compensados por una marcha firme, un alto ruido de la carretera y estimaciones de autonomía poco fiables. Vivir con este automóvil requerirá la voluntad de cambiar la comodidad por el carácter.
El Abarth 600e es un recordatorio de que, a veces, el rendimiento tiene un coste. La pregunta es si los conductores están dispuestos a pagarlo.
