El Toyota RAV4 ha evolucionado hasta convertirse en un vehículo más audaz y distintivo con su quinta generación (modelos 2018-2025). Si bien no es abiertamente hermoso, sus líneas nítidas y características pronunciadas, como la parrilla en forma de punta de flecha y los pasos de rueda cuadrados, hacen una declaración clara. Toyota priorizó el impacto visual, creando un crossover que se destaca de diseños anteriores más conservadores.
Debajo de la piel: ingeniería refinada
Más allá del estilo, el RAV4 se beneficia de una plataforma totalmente de acero y mejoras en el chasis. Estas mejoras brindan mayor rigidez torsional, un centro de gravedad más bajo y suspensión trasera de doble horquilla, lo que mejora el manejo sin sacrificar la comodidad. La posición de conducción ahora es ligeramente más baja y la visibilidad se ha mejorado con un invernadero más grande. El cambio a la dirección montada en cremallera mejora aún más la experiencia de conducción.
Espacio interior y calidad
La cabina del RAV4 está diseñada para un uso familiar práctico. Tiene capacidad para cinco adultos, incluso adultos más altos, en la parte trasera, aunque los asientos traseros deslizantes no están disponibles. El espacioso maletero ofrece más de 500 litros de almacenamiento (ampliable a más de 1.600 litros con los asientos plegados), con un espacio ligeramente mayor en los híbridos estándar que en los híbridos enchufables (PHEV). La calidad del material es sólida y duradera, lo que favorece los interruptores y perillas robustos frente a alternativas endebles.
Tecnología y almacenamiento fáciles de usar
El sistema de infoentretenimiento es fácil de navegar, con duplicación de teléfonos inteligentes para dispositivos Apple y Android. Los modelos superiores ofrecen un sistema de audio JBL y un head-up display, ambas actualizaciones que valen la pena. El almacenamiento en la cabina es generoso, con grandes compartimentos en las puertas, un compartimento profundo para los apoyabrazos y una plataforma de carga inalámbrica. La única molestia menor es la pequeña guantera en los modelos con volante a la derecha.
Rendimiento y eficiencia: un enfoque equilibrado
El RAV4 funciona sorprendentemente bien para su tamaño, con algunas variantes acelerando de 0 a 60 mph en menos de seis segundos. Más importante aún, destaca en eficiencia de combustible en el mundo real, ya sea que se conduzca como híbrido o PHEV. El modelo PHEV ofrece un refinamiento y una aceleración impresionantes, aunque todavía se notan algunas “bandas elásticas” híbridas bajo una aceleración fuerte.
Dinámica de conducción: cómoda y competente
Si bien el RAV4 no es un SUV deportivo, ofrece una experiencia de conducción relajada y eficiente. El automóvil arranca en modo eléctrico cuando se carga, con modos HV, Charge y Auto EV/HV para una gestión flexible de la batería. Un modo Trail ayuda en condiciones sueltas. Toyota evita ajustar demasiado las versiones de alto rendimiento y prioriza una calidad de conducción madura y tranquila.
La dirección es de peso medio e intuitiva, lo que hace que la RAV4 sea fácil de colocar en la carretera. A pesar de su peso, conserva una sensación de equilibrio y agilidad, con motores eléctricos montados en la parte trasera que contribuyen a una sutil sensación de rotación en las curvas.
Refinamiento y practicidad
En general, el Toyota RAV4 es un SUV familiar completo que prioriza la comodidad, la eficiencia y la practicidad sobre el rendimiento agresivo. Es un vehículo que se siente estable y predecible, lo que lo hace ideal para la conducción diaria.
En conclusión, el RAV4 representa una combinación convincente de estilo, sustancia y eficiencia, lo que lo convierte en un fuerte contendiente en el competitivo segmento de los SUV medianos.
