Un BMW 2002 del año 1972 ha sufrido una transformación radical, cambiando su motor original por un motor eléctrico Tesla. Esta conversión, realizada por Bavarian Econs Tech, le da al icónico cupé una nueva vida, combinando la estética vintage con el rendimiento de los vehículos eléctricos modernos. El automóvil se encuentra actualmente a subasta en Bring a Trailer, lo que ofrece una oportunidad única para los entusiastas que desean lo mejor de ambos mundos.
Del gas a la electricidad: una conversión perfecta
El 2002te, como se le conoce ahora, sustituye el motor de combustión original por una batería de 33 kWh procedente de un BMW i3. Un motor eléctrico Tesla Model S proporciona 178 caballos de fuerza y 125 lb-pie de torque, administrados por un sistema eléctrico de 400 voltios. El coche conserva su pintura original en Amarillo Golf y la mayor parte del interior, lo que garantiza que se mantenga fiel a sus raíces clásicas.
Rendimiento y actualizaciones modernas
A pesar de perder el motor y la caja de cambios tradicionales, el 2002 eléctrico ofrece un rendimiento impresionante. Puede viajar hasta 124 millas con una sola carga y acelerar de 0 a 62 mph en solo 6,2 segundos. Con un peso de sólo 2400 libras, mantiene la agilidad liviana del modelo original.
El interior ha sido mejorado con nuevos asientos individuales, alfombras renovadas y un moderno sistema de aire acondicionado. Un sistema de audio Bluetooth con ocho altavoces Helix y un subwoofer mejora la experiencia de conducción. El automóvil también cuenta con amortiguadores roscados KW Racing V3 Classic ajustables y casquillos de poliuretano Powerflex para un mejor manejo.
Por qué esto es importante: uniendo el pasado y el futuro
Esta conversión no se trata sólo de electrificar un clásico; Es parte de una tendencia creciente de restaurar vehículos antiguos con tecnología sostenible. El 2002te demuestra que se pueden disfrutar los coches clásicos sin comprometer su herencia. A medida que aumentan las preocupaciones medioambientales, estos restomods pueden volverse cada vez más comunes, preservando la historia del automóvil y reduciendo al mismo tiempo las emisiones.
La subasta de Bring a Trailer presenta una oportunidad única de poseer una pieza de innovación automotriz. El 2002te es un testimonio del potencial de las conversiones eléctricas, y demuestra que los coches clásicos pueden adaptarse al futuro sin perder el alma.
