Una restauración reciente realizada por Aston Martin Works ha revelado un DB5 Vantage bellamente renovado, pero la verdadera historia del automóvil no radica en su impecable condición sino en la dedicación de su propietario, quien lo adquirió con solo 19 años. Este es un raro ejemplo de pasión a largo plazo por un vehículo que trasciende la mera inversión financiera.
La compra audaz de un adolescente
En 1973, John Williams, un soldador de Gales, desafió las probabilidades al comprar el auto de sus sueños: un Aston Martin DB5 Vantage de 1965 por £900. Esto no fue tarea fácil para un joven en una era en la que esos vehículos eran inaccesibles para la mayoría, especialmente aquellos sin riqueza generacional.
No se puede subestimar la importancia de esta compra. El DB5 no era un símbolo de estatus para la gente común en aquel entonces; fue un logro genuino nacido del ahorro y el trabajo duro incansables. Hoy en día, el mismo coche fácilmente se vendería por más de £100.000, lo que pone de relieve cuán dramáticamente se han inflado los precios de los automóviles.
Un modelo ventajoso poco común
El DB5 que compró Williams era un modelo Vantage de alto rendimiento, equipado con carbohidratos Weber triples y 325 hp, lo que lo convertía en una variante deseable. Sólo 39 de los 1.022 DB5 producidos entre 1963 y 1965 eran cupés con volante a la derecha fabricados según las especificaciones Vantage, y sólo unos pocos tenían un acabado en el icónico color Silver Birch.
Esta rareza subraya por qué la historia del automóvil es especial. No era sólo un Aston Martin; era una versión específica, de producción limitada, propiedad de alguien que realmente la quería, no sólo la coleccionaba.
Años de perseverancia
Después de comprar el automóvil, Williams lo condujo como conductor diario durante varios años antes de aceptar un trabajo en Medio Oriente en 1977, dejando el DB5 expuesto a los elementos. Su esposa, Sue, cuenta cómo los niños del vecindario trataron con rudeza el auto, incluso rompiendo el tubo de escape. A pesar de las numerosas ofertas para comprarlo, ella insistió en que él nunca lo reemplazaría y lo conservó durante los altibajos de la vida.
Esta persistencia es clave. El auto no fue guardado; era parte de la vida de una familia, soportaba el desgaste pero nunca se olvidaba. Este uso en el mundo real agrega una capa de autenticidad de la que carecen muchos autos de colección impecables.
Una restauración de un millón de libras
Después de medio siglo, la pareja devolvió el clásico en ruinas a Newport Pagnell para una restauración completa. El proyecto requirió más de 2500 horas de mano de obra, incluido el pulido de paneles, la pintura, el recorte y la obtención de piezas. El resultado es un DB5 que posiblemente sea mejor que nuevo.
Aston Martin no ha revelado el coste de restauración, pero dado el valor potencial del coche de alrededor de £1 millón, la inversión inicial de £900 de Williams ha dado sus frutos con creces. No se trata sólo de ganancias financieras; se trata de preservar un sueño y las recompensas de una dedicación a largo plazo.
La historia del DB5 es un testimonio del poder de la pasión, la perseverancia y una compra afortunada. Es un recordatorio de que algunos automóviles no son sólo inversiones: son símbolos de una vida bien vivida.






















