El concurso anual para el Mejor Coche para Conductor de Gran Bretaña (BBDC) tiene una larga historia y, en 2025, encontró un nuevo hogar en la pista MS-EC de 2,5 km de M-Sport en Cumbria. Durante más de tres décadas, este evento ha enfrentado a los autos más apasionantes del año entre sí en una prueba agotadora de rendimiento en carretera y en pista. Este año se enfrentaron diez contendientes, con una ausencia notable debido a daños previos al tiroteo: el Morgan Supersport.
El proceso es simple: cinco jueces pasan un día en las sinuosas carreteras del Distrito de los Lagos, seguidos por otro en la pista, y luego votan. El evento de este año se complicó por condiciones inusualmente húmedas, pero como pronto descubrieron los jueces, la calidad de los autos aseguró que ni siquiera el mal tiempo pudiera empañar el espíritu de competencia.
Pruebas en carretera en la niebla
La primera etapa del concurso tuvo lugar en Hartside Pass, una ruta a más de 580 metros sobre el nivel del mar. A pesar de la espesa niebla que oscurecía las vistas lejanas, los autos ensamblados rápidamente desterraron cualquier vibra sombría. Los jueces sabían por experiencia que los contendientes del BBDC rara vez decepcionan.
El campo de este año incluyó una mezcla ecléctica: desde el compacto Alpine A290 hasta el monstruoso Porsche Taycan Turbo GT. El Alpine, un hatchback renacido, impresionó por su agilidad y su potente motor eléctrico, aunque algunos criticaron su dirección sin vida. El Audi RS3, un eterno favorito, trajo su característico rugido de cinco cilindros y un manejo mejorado, mientras que el BMW M2, con su suspensión agresiva y tracción trasera, resultó divisivo.
El Mercedes-AMG GT 43 ofrecía un enfoque más moderado, combinando rendimiento con usabilidad diaria, pero carecía de la emoción cruda de algunos rivales. Mientras tanto, el Porsche Taycan Turbo GT, con sus asombrosos 1.094 CV, desafió la categorización, combinando el rendimiento de un hipercoche con una carrocería sedán de cuatro puertas.
El Porsche 911 GT3: un referente atemporal
El Porsche 911 GT3, en versión Touring, surgió como uno de los primeros destacados. Su caja de cambios manual, su chasis nítido y su motor de seis cilindros bóxer de aspiración natural brindaban una experiencia de conducción sin filtros que pocos podían igualar. La capacidad del 911 para comunicarse directamente con el conductor mediante una dirección precisa y un manejo equilibrado lo convirtieron en el claro favorito entre los jueces.
Como lo expresó un juez: “La comunicación granular del chasis a través de su parte trasera; la linealidad infinita de ese motor chirriante… es una obra de arte”. A pesar de pequeños inconvenientes como una marcha rígida y NVH, el 911 puso el listón muy alto para el resto de los competidores.
Rivales del Gran Turismo: Aston Martin vs. Ferrari
El Aston Martin Vanquish y el Ferrari 12Cilindri representaron el extremo del espectro, ambos con monstruosos motores V12 e interiores lujosos. El Aston, con su fuerza bruta y su imponente presencia, se sentía superado en las estrechas carreteras británicas, mientras que el Ferrari, con su brillantez de aspiración natural, demostró ser más ágil y atractivo.
El ágil manejo del Ferrari y su embriagadora banda sonora lo convirtieron en un claro ganador en este enfrentamiento, pero ambos autos lucharon por explotar plenamente su potencial en las carreteras estrechas y húmedas.
El veredicto: surge un campeón
El resultado final del tiroteo del BBDC de 2025 fue un testimonio de la calidad de los autos y las rigurosas pruebas de los jueces. A pesar de los desafíos planteados por el clima, el concurso produjo un claro ganador que capturó el espíritu de conducción entusiasta. El ganador exacto se anunciará en breve, pero una cosa es segura: la competencia fue feroz y había mucho en juego.
El BBDC sigue siendo un punto de referencia vital para los automóviles de alto rendimiento, lo que empuja a los fabricantes a ofrecer experiencias de conducción cada vez más atractivas y gratificantes. El legado del concurso sigue dando forma al panorama del entusiasmo automovilístico británico.























